Sentimientos que despiertan en nuestra alma dudas, dolor, añoranza, necesidad de la divina presencia de Nuestro Señor Jesucristo.
Un alerta por parte de nuestro espíritu que extraña, necesita el amor, la presencia divina de nuestro Creador en nuestra vida, una pequeña señal de su divina presencia y…
Oh! Llega algo imprevisto que nos hace reflexionar en todas las bendiciones que Jesucristo con todo amor nos entrega cada día que nace, cada día que termina.
Agradecemos cada día por estar vivos?
Agradecemos cada noche por ese magnífico día que Jesucristo nos regalo?
Agradecemos siempre aquellas palabras alentadoras, aquel abrazo, aquella muestra de solidaridad y de amistad de las personas que amamos?
Agradecemos por la salud nuestra, de nuestros seres queridos, amigos, etc.?
Hoy por la mañana en Reus se llevó a cabo la procesión del Vía crucis con sus respectivos pasos el hecho que nos permite reflexionar nuestra vida, hacia donde nos dirigimos, que es lo que queremos, que es lo que necesitamos aprender de Jesucristo Nuestro Señor.
Cuando llegó la fiesta de la pascua, se comía el pan sin levadura; Juan y Pedro se adelantaron para preparar la cena de pascua por instrucciones de Jesús
Llegada la cena, Jesús expresó:
- Cuanto he deseado celebrar con ustedes la cena de pascua antes de mi muerte, porque les digo que no he de volver a celebrarla hasta que se cumpla en el reino de Dios, bendijo el pan y el vino, lo repartió a sus discípulos y señaló que no podía comer de ningún fruto de la tierra hasta que se cumpla en el reino de Dios.
Estando Jesús con sus discípulos en el huerto de los olivos, llamó aparte a Pedro, Juan y Jacobo para que velaran y oraran para no caer en tentación mientras Él también oraba porque era la hora de las tinieblas; Jesús sintió miedo porque la profecía estaba cumpliéndose; en un lugar apartado oro:
- Padre, aleja de mí este cáliz, este trago amargo, pero que no se haga mi voluntad, sino la tuya
Un ángel descendió del cielo para consolarlo; gotas de sangre escurrían en el divino rostro de Jesús por causa del gran miedo que estaba viviendo; el temor lo invadía, la tristeza, sentimientos de profundo dolor que sólo pueden ser causa de un alma lastimada, herida.
Terminó de orar; se dirigió a donde estaban sus discípulos y los vio agotados durmiendo; preguntó que hacían durmiendo y pidió que se levantaran porque la hora había llegado.
A lo lejos Jesús y sus discípulos miraron que Judas el Iscariote se acercaba con una multitud. Judas se acercó a Jesús y le dio un beso en la mejilla; Jesús le preguntó:
- Con un beso entregas a tu maestro?

Pedro presuroso tomó un cuchillo y atacó a un soldado que pretendía detener a Jesús; Jesús lo reprendió: Pedro, no lo hagas, si yo quisiera podría pedir a mi Padre ayuda y el enviaría sus legiones de ángeles a defenderme; también recuerda que el que a hierro mata, a hierro muere
Pregunto Jesús a sus perseguidores:
- Porque habéis venido con Palos y espadas como si yo fuera un bandido?
- He estado con ustedes mucho tiempo en el templo, y ni siquiera me tocaron
- Pero esta es la hora de ustedes, la hora que dominan las tinieblas
Jesús fue llevado y humillado por los soldados que lo desafiaban con burlas; Pedro lo negó 3 veces, después cantó el gallo y Pedro se alejó llorando amargamente recordando lo que Jesucristo le había dicho en la última cena; oraba porque Dios le perdonara el haber fallado a Jesucristo Nuestro Señor.
Los soldados golpeaban a Jesucristo pidiéndole que adivinara quien lo había golpeado
Después fue llevado con los miembros del Sanedrín, ellos lo interrogaron y Jesucristo afirmó ser el Hijo de Dios
Ellos se escandalizaron y decidieron llevarlo con Pilato; ahí lo acusaron con declaraciones falsas para motivar a Pilatos a que lo condenara a la crucifixión; Pilato cuando supo que era de Galilea, ordenó que lo llevaran con Herodes.
Jesús fue llevado con Herodes; quien también lo interrogó, le pidió que hiciera milagros y Jesús no hizo nada; los del Sanedrín volvieron a levantarle falsos testimonios a Jesús; Herodes pidió que lo llevaran de nuevo con Pilato y que él decidiera porque era de su jurisdicción.
Pilato aseguró que no encontraba nada culpable en Jesucristo y pidió que lo azotaran para que se calmaran los ánimos de ese grupo enardecido y quizá viéndolo herido, ellos cambiaran de opinión y pudiera soltarlo en libertad
Jesús fue azotado de manera cruel por los soldados; quienes le pusieron una corona de espinas burlándose de él y causándole gran daño
Pilato preguntó si soltaba al peligroso Barrabas, a otro delincuente peligroso o a Jesús; pero los miembros del Sanedrín y otra multitud gritaban que crucificaran a Jesús; Pilato intentó convencerlos pero fue inútil; Jesús fue condenado a la crucifixión

Muchos lloraban por ese acto criminal; Jesús vio que las mujeres lloraban y les dijo:
- Mueres de Jerusalén, no lloréis por mi sino por ustedes mismas y por sus hijos, porque si con el árbol verde hacen todo esto, que no harán con el árbol seco
Jesús había caído 3 veces
Llegaron con Jesucristo y con los 2 ladrones; Jesucristo, fue clavado en la cruz, con clavos enormes,
causándole todavía más dolor
Las 7 palabras:
- Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen
La multitud gritaba que hiciera milagros y que se bajara de la cruz, se burlaban de él, riéndose, se jugaron sus ropas unos soldados
Un soldado para burlarse, clavó un letrero que decía: Jesús Rey de los Judíos
Uno de los ladrones le dijo: sálvate a ti mismo si es verdad que eres el Mesías
Dimas reprendió al ladrón diciendo:
- Déjale tranquilo! No temes a Dios? Ni siquiera cuando agonizas? Nosotros merecemos morir porque merecemos el justo castigo por nuestros crímenes pero este hombre no ha hecho nada malo
Y agregó: Jesús, acuérdate de mí cuando estés en tu reino
Jesús respondió:
- En verdad te digo, que hoy mismo estarás conmigo en el paraíso

María se acercó donde estaba Jesús crucificado junto con María Magdalena, un centurión le preguntó porque se acercaba y Magdalena contestó dolorosamente:
- Por favor, soy de la familia
Juan se acercó a consolar a la Santísima Virgen quien al ver a nuestro amado Jesucristo, ella casi desmaya del dolor intenso que le provocó verlo cubierto de golpes, sangre, torturado, traicionado y crucificado
Jesús expresó:
- Juan, eh ahí a tu madre, mujer, eh ahí a tu hijo
Sintiéndose solo, con un dolor en el alma que sólo puede sentirse en una situación como la que atravesó Jesús, gritó al Cielo:
- Padre, porque me has abandonado?
Jesús expresó:
- Tengo sed
Un soldado le ofreció vinagre en lugar de agua
La Santísima Virgen no podía dejar de llorar
Desde las 12:00 hasta las 3:00 pm, se apoderó la oscuridad; la mitad del templo se rasgó

Jesús dijo:
- Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu, todo ha sido consumado

Y expiró
El cielo se nubló y empezó a relampaguear, cayó una gran tormenta
Jesús fue bajado de la cruz y entregado a los brazos de su madre, quien amorosamente sostuvo llorando dolorosa y amargamente
José de Arimatea, un hombre justo, obtuvo de Poncio Pilato enterrar el divino cuerpo de Nuestro Señor Jesucristo en una tumba antes de que diera comienzo el día de reposo.
Jesús fue llevado a la tumba entre sus discípulos y la dolida Virgen María
Reflexionemos:

Jesús amorosamente aceptó venir encarnado para enseñarnos a amar, enseñarnos como vivir santamente y ser felices; vino a pagar por nuestros pecados para así reconciliarnos con Dios Padre.
Sus enseñanzas son ricas, son sabias, son la esencia del espíritu para ganar el cielo, para ser felices también en esta vida.
Jesús cuando llegó el momento de comenzar sus enseñanzas; eligió a sus discípulos, enseño con paciencia, con amor y con ejemplo a todo quien decidía seguirle; realizó grandes milagros; enseñó con parábolas sabiduría del cielo, aportando verdadera riqueza a nuestro espíritu y a nuestra vida.
Cada día para Jesús era un día y dijo alguna vez, a cada día su propia faena; pero conforme se acercaba el día de su sacrificio, Jesús anunció a sus apóstoles lo que estaba por llegar y que tenía que ser porque así lo decían las profecías.
Podemos entender que aunque Jesucristo es Hijo de Dios, que es divino, que tienen que consumarse las profecías; que ya estaba predestinado desde antes de nacer; Él sentía mucho temor; los días pasaban y la fecha se acercaba; Jesús debió experimentar tristeza, depresión, dolor en el alma, un dolor que sólo puede experimentarse en situaciones extremas cuando alguien sabe que va a morir, lo que tiene que ocurrir para llegar a ese final.
Cuando Jesús oró en el Huerto de los Olivos a Dios Padre pidiéndole que si Él quisiera apartara de Jesús ese cáliz pero que se hiciera su voluntad y no la suya
Jesús recibió la respuesta cuando un ángel descendió del Cielo para consolarlo; su rostro sudaba sangre que caían por su cuerpo, es un gran dolor en el alma lo que Jesucristo sintió cuando se sabe que hay algo que es inevitable se puede entender, nosotros lo hemos experimentado cuando hemos perdido a un ser querido por alguna enfermedad por ejemplo o alguien que padezca una enfermedad grave o alguien que este sentenciado a muerte; puede entender ese terror, ese dolor en el alma que Jesucristo vivió en esos momentos.
Acaso tenemos que pasar por algo así para reflexionar y valorar el sacrificio que Jesucristo hizo por salvarnos? El mismo Padre que nos envió a su hijo amado en quien tiene puestas todas sus complacencias.
Despertemos hermanos; acerquémonos a Dios, alabemos a Dios en todos los momentos de nuestras vidas, cuando vivamos momentos felices seamos agradecidos, cuando pasemos por trances difíciles y dolorosos recordemos lo que Jesucristo vivió y reconozcamos que él siendo inocente y siendo nuestro salvador no se quejó, aceptó su destino con humildad, con amor y obediencia al Padre.
Es difícil? Si, mucho y sobre todo cuando se trata de un ser querido más que de nosotros mismos, pero como Jesús: Padre en tus manos encomiendo mi o su alma.
Vivamos cerca de Jesús, pidámosle fuerza, valor, que nos ayude a no caer en tentación en los momentos difíciles, que nos sostenga en todo momento para que cuando nos llegue el momento, el nos reciba, perdone todos nuestros pecados, arrepintámonos sinceramente, sintamos el dolor que provocan nuestros pecados a nosotros y a quienes afectamos; estamos a tiempo antes de que nos llegue la hora
Y por último en este Viernes Santo, alabemos a Jesucristo, adorémosle hoy y siempre, honremos al Padre de esa manera; quien ama y alaba al Padre, adora y ama a Dios, podemos demostrarlo con pequeños gestos, que nuestra vida se construya de buenas acciones aunque sean sólo pequeñas porque no tengamos oportunidad de hacer grandes hazañas; Dios ve en nuestro corazón la intención y si en nuestras intenciones hay amor, Dios siempre lo toma en cuenta; pidámosle también que nos inspire cada día, nos cuide para no pecar más.
Tengamos un recogimiento profundo, analicemos con el corazón la vida de Nuestro Señor Jesucristo que es nuestro salvador, nuestro redentor, el que nos ha unido nuevamente con el Padre.
Alabado seas Señor, gracias Señor por tu gran amor que nos muestras cada día, unos no merecemos tal honor por eso más agradecidos tenemos que estar Señor, no somos dignos de tu inmenso amor pero lo necesitamos y lo vivimos, Gloria a ti Señor, en tus manos encomiendo mi alma para que cada día de mi vida sea una alabanza para ti y que cuando llegue mi hora me recibas Señor en tu reino para que pueda continuar alabándote, bendiciéndote, glorificándote. Gracias Padre. Amén