Uno de los más importantes símbolos de México es la Virgen de Guadalupe; es podríamos decir nuestra identidad como mexicanos y otros latinoamericanos que le guardan fe y devoción.
En series de la televisión española y en otras partes del mundo, pero que son origen y producto mexicano, siempre destaca su bella protagonista, me refiero a la Virgen de Guadalupe que engalana desde las casas más sencillas con imágenes enmarcadas sencillas y con altares muy pintorescos hasta adornar las casas más lujosas con imágenes de ella enmarcadas con todo lujo; pero los personajes pobres o ricos con orgullo manifiestan su fe pidiendo la realización de milagros o sencillas peticiones; esto nos muestra lo importante que es la Virgen de Guadalupe en todos los niveles para nosotros; y que con orgullo donde estemos expresamos nuestra fe y amor hacia ella; es nuestra bandera como latinoamericanos, es nuestra identidad como mexicanos.
Ella ya conquistó no sólo México, conquisto América tal como apreciamos en las tantas peregrinaciones provenientes de USA; países hermanos latinoamericanos e incluso del interior de nuestro país.
Ahora la Virgen de Guadalupe intenta conquistar al viejo mundo, este viejo mundo tan perdido en el materialismo, este viejo mundo tan carente de conciencia, tan sumergido en falsos valores como el materialismo, el sexo, las apariencias, etc.
La Virgen de Guadalupe desea abrazar a sus hijos del viejo mundo; desea darles ese amor tan desmedido, darles esa felicidad que sólo su amor sabe proporcionar.
Nuestra madre quiere que se acaben los skin heads, el racismo, la pedofilia, los abusos, la drogadicción, todos las acciones humanas que son ejecutadas provocadas por la ausencia de amor, la ausencia de paz, la ausencia de fe que parece prevalecer en esta parte del viejo mundo parece ha sido olvidado.
Ella desea entrar en cada casa, en cada corazón y llevarles armonía, paz, ese amor maternal, ese amor verdadero; que las casas sean hogares y no casas habitadas; que los ocupantes sean verdaderas familias y no simplemente seres vivientes que habitan casas y transitan las calles.
Ábrele tu casa, tu corazón y date la oportunidad de experimentar la verdadera felicidad, tu vida tendrá sentido, te sentirás un verdadero humano y dejarás de ser un humanoide; tu vida tendrá ahora un verdadero rumbo, podrás controlar y resolver los problemas que puedan presentarse; ella te dará su amor, fuerza, ella te ayudará a evolucionar vivirás intensamente y verás que aquí en la Tierra también se puede ser feliz, abandónate en ella herman@
