La Virgen de Guadalupe en Conquista del Viejo Mundo
  La imagen de la Tilma
 

 
 
 


La imagen de la Tilma

En ese momento desplegó su blanca tilma, en cuyo hueco, estando de pie, llevaba las flores.  En ese momento que se esparcieron las diferentes flores preciosas, se convirtió en señal, apareció de improviso la venerada imagen de la siempre Virgen María, Madre de Dios, tal como ahora tenemos la dicha de conservarla, guardada ahí en lo que es su hogar predilecto, su templo del Tepeyac, que llamamos Guadalupe. 

 


El señor Obispo, y todos los que allí estaban, asombrados se arrodillaron ante este uno de sus primeros milagros en aquellas tierras; se levantaron para verla, profundamente conmovidos y convertidos, suspensos su corazón, su pensamiento. 

El señor Obispo, con lágrimas de aflicción le rogó le perdonara por no haber cumplido de inmediato su santa voluntad, su divino deseo, su amada palabra; poniéndose de pie, desató del cuello la vestidura, el manto de Juan Diego, en donde quedó estampada la Señora del Cielo, con gran admiración, la llevó y la dejó instalada en su oratorio.

Todavía Juan Diego pasó un día entero en casa del Obispo, quien lo retuvo y al día siguiente le dijo: - ¡Vamos! para que muestres dónde es la voluntad de la Reina del Cielo que le erijan su templo Hubo muchas personas que se ofrecieron a construir el templo de nuestra Reina del Cielo
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