QUINTA APARICIÓN

El Tío Sano
Juan Diego, una vez que les mostró donde deseaba se levantara su templo la Señora del Cielo, luego les pidió permiso; quería ir a su casa para ver a su tío Juan Bernardino, que estaba en cama gravísimo cuando lo había dejado para buscar a algún sacerdote, allá en Tlatelolco, para que lo confesara y dispusiera, mas la Reina del Cielo le había asegurado que ya estaba sano; no solamente no lo dejaron ir solo, sino que lo escoltaron hasta su casa; En su humilde casa vieron a su tío que estaba muy contento, ya nada le dolía.
El tío se sorprendió al ver a su sobrino tan escoltado y tan respetado; le preguntó a su sobrino por qué ocurría aquello, por qué tanto lo honraban.
|