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EL NOMBRE DE GUADALUPE
Juan Diego, le relató que allá en el Tepeyac se le apareció la Señora del Cielo, y lo mandó como su mensajero a ver al Señor Obispo para que le construyera una casa en el Tepeyac, y le pidió que no se afligiera, que su tío ya estaba bien, con lo que quedó totalmente tranquilo.
Su tío dijo que era verdad, que precisamente en ese momento ella lo había aliviado de su enfermedad, aseguraba haberla visto ni más ni menos que en la forma exacta como se había dignado aparecérsele a su sobrino.
Le explicó que le había enviado a México para ver al Obispo; que cuando fuera a verlo, le describiera hasta el más mínimo detalle lo que había visto, y cuán maravillosamente se había aliviado, y que su deseo era que a su preciosa imagen precisamente se le llame, se le conozca como la SIEMPRE VIRGEN SANTA MARÍA DE GUADALUPE.
EL NACIMIENTO DEL CULTO
Juan Bernardino es llevado a la presencia del Señor Obispo, para expresar y dar fe ante él. Ambos son hospedados por el señor Obispo unos cuantos días en su casa; tanto Juan Diego como su tío. Durante el tiempo que se erigió el templecito de la Soberana Señora allá en el Tepeyac, donde se apareció a Juan Diego. El señor Obispo trasladó a la Iglesia Mayor la preciosa y venerada imagen de la preciosa Niña del Cielo. La sacó del oratorio del palacio, para que toda la gente pudiera ver y admirar su maravillosa imagen. Toda la ciudad se puso en movimiento ante la oportunidad de ver y admirar su preciosa y amada imagen.
LA CONVERSIÓN DE MÉXICO
Venían a reconocer su carácter divino, a presentarle sus plegarias, todos admiraban la forma tan manifiestamente divina que había elegido de aparecer.
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