CELEBRACIÓN DEL 12 DE DICIEMBRE 2018
Como cada 12 de diciembre; nos dirigimos al Santuario de Misericordia donde esta el altar de la Virgen de Guadalupe; depositamos el pequeño y humilde ramo de flores en el altar junto con las oraciones de agradecimiento por los tantos milagros que nos son conseguidos por la abogacía de la Santísima Virgen de Guadalupe.
Cada año no es igual, es diferente porque la Virgen siempre nos sorprende con sus obras; esas obras que ella realiza por la fe que sentimos por Dios y que nos acogemos a ella como madre.
Este año fue especialmente diferente; Claudia llego con un semblante de luz, con una sonrisa que la hacia brillar de un modo especial; el mossén amablemente bendijo las imágenes que se reparten al finalizar la misa.
El Santuario se llenó más que el año pasado tanto por los nacionales como por los que cada año gracias a su bendición acudimos a halagarla, a darle gracias y a solicitar su protección y bendición.
Después de la misa que generosamente ofreció el mossén; los 3 artistas Claudia y los 2 mariachis se dirigieron cantando la Guadalupana hacia el altar; posteriormente entonaron las siguientes canciones:
Las mañanitas
Bésame mucho que entono un joven mariachi que nos conmovió a todos cuando interrumpió la canción y dirigió sentidas palabras de esas que sólo pueden salir del corazón; reconociendo los grandes milagros y protección que el ha experimentado por parte de Nuestra Amada Madre; la Santísima Virgen de Guadalupe; este joven arrancó más de una lágrima y más de una sonrisa
La última canción fue Virgen Ranchera entonada de manera magistral por Claudia
Salimos de la Iglesia y Claudia generosamente nos ofreció un exquisito café de olla y un panque en compañía de todos; nos despedimos y deseamos lo mejor para el próximo año; algunos viajaran lejos otros permanecerán con los suyos aquí; pero con la gran diferencia que la Virgen tocó las fibras más profundas de nuestro corazón, lo lleno de amor, de fuerza de compasión, de dulzura para estas fiestas y para el próximo año si Dios nos presta la vida.
Una experiencia que no es de un solo día, es algo constante, es una forma de vida, la Virgen de Guadalupe es una permanente compañía, es un amor permanente en nuestros corazones, es una bendición y una protección permanente; solo tenemos que invocarla como a nuestra madre para que ella dirija esa mirada dulce hacia nosotros y acuda a nuestro llamado; como cuando un hijo o una hija nuestr@ nos llama porque necesita nuestro auxilio o sólo quizá una muestra de nuestro cariño; así actúa nuestra madre, nunca nos deja solos, no nos abandona; su presencia es amorosa, es poderosa es todo maternal.
Esta navidad es otra muestra del gran amor que ella comparte con Dios cuando nos ofreció el más supremo de los sacrificios; una enseñanza de humildad e inocencia una gran demostración de amor incondicional y que el amor lo vence todo, el amor lo puede todo aun puede vencer lo que creemos invencible; el amor es la fuerza suprema, la fuerza que limpia las almas
Gracias madre Santísima por tu gran misericordia, por tu compasión, por tu compañía, por tu protección, por tus bendiciones siempre permanentes en nuestras vidas.
Amén.
